Este documento presenta una lección bíblica sobre la historia de Ana en el libro de 1 Samuel. Explica cómo Ana sufría por no poder tener hijos y fue constantemente provocada por su rival. A pesar de vivir en un mundo desigual, Ana oró fervientemente a Dios, hizo un voto de entregar a su hijo a El si se lo concedía, y Dios escuchó su oración dándole un hijo, a quien llamó Samuel. Ana respondió con alabanza, entregando a Samuel como había prometido.
La oración de Ana
1 Samuel 1:13RV60 Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.
El testimonio de Ana nos da una enseñanza muy preciosa, aunque lo que vivió pudo ser doloroso al ser una mujer estéril y tener una rival la cual tenía hijos y buscaba irritarla.
Esto pasaba todos los años y Ana se irritaba, se enojaba y se entristecía. Hasta que un día hizo lo siguiente:
1 Samuel 1:9-11RV60 Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová, ella con amargura de alma oro a Jehová, y lloro abundantemente. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo de varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.
Y como consecuencia a esta oración Dios le dio un hijo al cual llamo Samuel y lo dedicó a Jehová. Además, hay un cántico muy hermoso que Ana dio a Jehová.
Creo que no debemos pasar por alto este testimonio porque nos dice mucho, y nos hace preguntar lo siguiente ¿Acaso todos esos años no oraba Ana por un hijo? ¿Acaso Dios no escuchaba a Ana? ¿Estaba Ana orando de una manera equivocada? ¿Acaso no lloraba Ana por causa de su esterilidad?
Creo sinceramente que Dios quería que Ana no solo diera a luz un hijo, sino que ella fuera para testimonio a todos nosotros, porque Dios quería darnos a conocer que a pesar de que nuestros enemigos nos echen en cara nuestra esterilidad, nuestra incapacidad de hacer las cosas o que no damos fruto, no importa lo que ellos digan sino que lo importante es la respuesta de Dios y su exaltación.
Dios no solo quiere que demos fruto sino que todo el fruto que tengamos sea dedicado a Él, también vemos que Ana incurrió en una liberación porque derramo su alma delante de Dios y expuso su amargura delante de Dios.
Esto llevo a que Ana orara largamente delante de Dios, y tal vez las otras veces que Ana oraba solo hacia una petición y no incurrió en orar largamente ante Dios.
También vemos que Ana oro desde su corazón tanto fue esto que solo su boca se movía y su corazón oraba.
Así que, como vemos, Dios no es que no oyera a Ana, ni es que Ana no oraba sino que Dios anhelaba que ella tuviera una liberación, un largo momento de intimidad con Dios, que todo el fruto que Ana tuviera fuera dedicado a Dios. Que Ana pudiera orar desde su corazón. Que Ana expresara un cántico tan hermoso que impactara a María.
Tengamos en cuenta a Ana, porque Dios la tomo en cuenta y la puso por testimonio para que la imitemos en su actitud, una oración desde el corazón la cual debe ser derramada para dar a luz a Jesucristo y que todo nuestro fruto sea para Él.
1 Samuel 1:13 Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.
El testimonio de Ana nos da una enseñanza muy preciosa, aunque lo que vivió pudo ser doloroso al ser una mujer estéril y tener una rival la cual tenía hijos y buscaba irritarla.
Esto pasaba todos los años y Ana se irritaba, se enojaba y se entristecía. Hasta que un día hizo lo siguiente:
1 Samuel 1:9-11 Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová, ella con amargura de alma oro a Jehová, y lloro abundantemente. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo de varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.
La oración de Ana
1 Samuel 1:13RV60 Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.
El testimonio de Ana nos da una enseñanza muy preciosa, aunque lo que vivió pudo ser doloroso al ser una mujer estéril y tener una rival la cual tenía hijos y buscaba irritarla.
Esto pasaba todos los años y Ana se irritaba, se enojaba y se entristecía. Hasta que un día hizo lo siguiente:
1 Samuel 1:9-11RV60 Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová, ella con amargura de alma oro a Jehová, y lloro abundantemente. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo de varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.
Y como consecuencia a esta oración Dios le dio un hijo al cual llamo Samuel y lo dedicó a Jehová. Además, hay un cántico muy hermoso que Ana dio a Jehová.
Creo que no debemos pasar por alto este testimonio porque nos dice mucho, y nos hace preguntar lo siguiente ¿Acaso todos esos años no oraba Ana por un hijo? ¿Acaso Dios no escuchaba a Ana? ¿Estaba Ana orando de una manera equivocada? ¿Acaso no lloraba Ana por causa de su esterilidad?
Creo sinceramente que Dios quería que Ana no solo diera a luz un hijo, sino que ella fuera para testimonio a todos nosotros, porque Dios quería darnos a conocer que a pesar de que nuestros enemigos nos echen en cara nuestra esterilidad, nuestra incapacidad de hacer las cosas o que no damos fruto, no importa lo que ellos digan sino que lo importante es la respuesta de Dios y su exaltación.
Dios no solo quiere que demos fruto sino que todo el fruto que tengamos sea dedicado a Él, también vemos que Ana incurrió en una liberación porque derramo su alma delante de Dios y expuso su amargura delante de Dios.
Esto llevo a que Ana orara largamente delante de Dios, y tal vez las otras veces que Ana oraba solo hacia una petición y no incurrió en orar largamente ante Dios.
También vemos que Ana oro desde su corazón tanto fue esto que solo su boca se movía y su corazón oraba.
Así que, como vemos, Dios no es que no oyera a Ana, ni es que Ana no oraba sino que Dios anhelaba que ella tuviera una liberación, un largo momento de intimidad con Dios, que todo el fruto que Ana tuviera fuera dedicado a Dios. Que Ana pudiera orar desde su corazón. Que Ana expresara un cántico tan hermoso que impactara a María.
Tengamos en cuenta a Ana, porque Dios la tomo en cuenta y la puso por testimonio para que la imitemos en su actitud, una oración desde el corazón la cual debe ser derramada para dar a luz a Jesucristo y que todo nuestro fruto sea para Él.
1 Samuel 1:13 Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.
El testimonio de Ana nos da una enseñanza muy preciosa, aunque lo que vivió pudo ser doloroso al ser una mujer estéril y tener una rival la cual tenía hijos y buscaba irritarla.
Esto pasaba todos los años y Ana se irritaba, se enojaba y se entristecía. Hasta que un día hizo lo siguiente:
1 Samuel 1:9-11 Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová, ella con amargura de alma oro a Jehová, y lloro abundantemente. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo de varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.
2. VERSÍCULO PARA MEMORIZAR “ Y Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija en Jehová, mi poder se exalta en Jehová; mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, por cuanto me alegré en tu salvación. No hay santo como Jehová; porque no hay ninguno fuera de ti, y no hay refugio como el Dios nuestro” (1 Samuel 2:1, 2)
3. INTRODUCCION Vivimos en un mundo donde hay inseguridad en sus calles. Sin embargo muchas veces la “casa” es más peligrosa que la calle.
4. INTRODUCCION “… Muchas de las mujeres abogados, médicos, periodistas… han tenido que vivir doble vidas: aplaudidas en público y abusadas en privado” (Navi Pillay, 8/3/2010)
5. INTRODUCCION La violencia contra la mujer nunca es aceptable, nunca es tolerable, la seguridad ciudadana empieza en casa.
6. INTRODUCCION El propósito de la lección es saber que aunque vivimos en un mundo con injusticias diversas, Dios quiere ayudarnos y puede reconstruir nuestra vida en forma plena y total.
8. I. SABER QUE HAY UN MUNDO DESIGUAL “ Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿Por qué no comes? ¿Y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?” (1 Samuel 1:8)
9. “ Hijos ” Una mujer sin hijos significaba ser maldita por Dios. Afectaba su estima propia, su relación con Dios y la sociedad. Ejemplo: Sara (Génesis 16:1, 2) I. SABER QUE HAY UN MUNDO DESIGUAL
10. I. SABER QUE HAY UN MUNDO DESIGUAL “ Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos. Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová…” (1 Samuel 1: 6, 7).
11. “ Irritaba ” Esta combinación de sueños no cumplidos (No tener hijos) y provocación constante desencadenó el llanto de Ana ante el Señor. I. SABER QUE HAY UN MUNDO DESIGUAL
12. II. SABER QUE DIOS PUEDE AYUDARNOS “ Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová” (1 Samuel 1:15)
13. “ Derramado ” En íntima oración Ana hizo la promesa que si Dios la escuchaba y respondía su oración, y le daba un hijo, ella lo devolvería a Dios. II. SABER QUE DIOS PUEDE AYUDARNOS
14. II. SABER QUE DIOS PUEDE AYUDARNOS “ E hizo voto, diciendo:… si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva… y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida…” (1 Samuel 1:11)
15. “ Dedicaré ” Decidió entregar a su hijo aun antes de que naciera. Ana dedicó un hijo al Señor y fue recompensada con otros cinco. II. SABER QUE DIOS PUEDE AYUDARNOS
16. II. SABER QUE DIOS PUEDE AYUDARNOS “ Y Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija en Jehová, mi poder se exalta en Jehová; mi boca se ensanchó sobre mis enemigos” (1 Samuel 2:1)
17. “ Regocija ” Estaba feliz por el privilegio de devolver a su Creador lo que él le había dado. Encontró que para Dios cada ser es especial y tiene valor II. SABER QUE DIOS PUEDE AYUDARNOS